La Comunitat Valenciana es cuna de un patrimonio vinícola marcado por la diversidad. De los viñedos valencianos nacen tintos complejos y bien estructurados, blancos frescos y aromáticos, cavas de fina burbuja, dulces golosos y grandes rosados perfectos para acompañar los principales platos de nuestra gastronomía. Las bodegas valencianas interpretan como pocas la singularidad de aquellas variedades de uva tinta cuya versatilidad las hace idóneas para elaborar rosados. Las autóctonas Bobal, Mandó, Monastrell o Garnacha; pero también otros varietales como Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Tempranillo o Pinot Noir muestran su carácter mas fresco en un ‘catálogo’ de vinos que dibujan un verano en clave ‘rosé’.