El metro, con sus andenes solitarios de noche, sus túneles y dependencias que nadie ha pisado durante décadas, es un espacio muy apropiado para relatos de terror o de misterio. Entre los dos conceptos, el horror y la intriga, se instala ‘Estación Rocafort’, una película curiosa en su planteamiento, pero limitada en sus resultados.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *