La sal es un producto muy común utilizado por la mayoría de las personas. Su presencia, a través de salinas marítimas o yacimientos minerales a lo largo de la mayor parte del planeta, fue fundamental a la hora de conservar alimentos en diferentes etapas de la historia. Hay registros que señalan su utilización por el ser humano desde hace casi 5.000 años. Sin embargo, en la actualidad, los avances de nuestra civilización otorgan a este mineral un número casi ilimitado de usos y aplicaciones en el mundo de la gastronomía, la industria o en el tratamiento de aguas.