En el cementerio de Polloe, en San Sebastián, hay una lápida que se distingue de las demás porque tiene pegada una bola de cristal. Alguien ha dejado colgado también un dibujo de una mujer de frondosas cejas, colmillos puntiagudos y con cables como cabellera. Es la Bruja Avería, el personaje más emblemático de ‘La bola de cristal’, el transgresor programa infantil y juvenil de los años 80 que marcó a varias generaciones de españoles, sobre todo a los que entonces iban al colegio.