Su irrupción en el cine español es una de las más rotundas que se recuerdan. Surgida aparentemente de la nada -dichosas apariencias-, desde el principio se mostró como una actriz ya experta, ya completamente formada, ya modélica e influyente. Y que nos hayamos acostumbrado a Patricia López Arnaiz con el tiempo no significa que ella haya perdido la capacidad de sorprendernos con la autoridad que proyecta. “Me sigo cuestionando mucho mi lugar en esta profesión”, rebate la vitoriana, y matiza. “Es muy invasiva, porque rápidamente se convierte en el centro alrededor del que toda tu vida orbita y se adapta, y por eso provoca vértigo. A mí hay aspectos de ella que me siguen alterando mucho, como las actividades promocionales. Hacen que sienta dudas, que tenga miedo, que duerma mal”. La promoción de su nueva película, eso sí, sin duda le está resultando más grata después del premio a la Mejor Interpretación Protagonista que acaba de recibir gracias a ella en el Festival de San Sebastián; a estas alturas ya debe de haber colocado el premio al lado del Goya que obtuvo en 2021 gracias a ‘Ane’ (2020) y de la Biznaga de Plata a la Mejor Actriz que le proporcionó después su actuación en ‘20.000 especies de abejas’ (2023).

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *