Para quienes aspiran a un lugar en la industria del entretenimiento, ser hijo o hija de alguna celebridad puede ser tanto bendición como maldición. Y, si tu padre es un genio, todavía más lo segundo que lo primero. Para Destry Allyn Spielberg (hija pequeña de, sí, ese Spielberg y la actriz Kate Capshaw) no ha sido sencillo abrirse paso en la dirección cinematográfica, una vocación que, por otro lado, descubrió tardíamente. Se veía en la equitación, tenía aspiraciones olímpicas al respecto, pero un terrible accidente la sacó del deporte. “Y fue un tiempo muy raro”, explica a unos pocos medios en una mesa redonda en el festival de Sitges. “No sabía lo que iba a hacer. Tuve una crisis de identidad, en resumidas cuentas. Empecé a estudiar interpretación y, como no me llegaban papeles, escribí un corto con una amiga [‘Rosie’] para protagonizarlo yo misma. Como no teníamos dinero para un director, pensé en dirigirlo yo misma también. En cuanto estuve en esa posición, todo hizo clic”.