Mientras crítica y público vapulean la secuela de Joker recientemente estrenada en los cines, otro miembro de la galería clásica de villanos de Batman está triunfando en la pequeña pantalla. El Pingüino se está convirtiendo en una de las series del año de Max, la antigua HBO. Todo lo contrario que la carrera del payaso psicópata que aspira a ser no solo una de las mayores decepciones de la temporada, sino también uno de los grandes batacazos. Y estamos hablando de unos meses en los que se la ha pegado producciones mastodónticas como Megalopolis de Francis Ford Coppola con un presupuesto de 120 millones de dólares; u Horizon. An American Saga, que le ha costado a Kevin Costner la friolera de 100 millones y dejar a medias la temporada final de Yellowstone. Pues bien, resulta que la secuela del Joker ha costado la friolera de 200 millones de dólares sin que nadie se explique en qué se ha ido este dinero.