Espíritu libre y contradictorio, alabado y repudiado a partes iguales (George Orwell dijo de él que tenía dos cualidades, el talento para el dibujo y un egoísmo atroz), de orientación política igual a la de una veleta, Salvador Dalí (1904-1989) tuvo una relación con el cine igual de contradictoria, marcada tanto por sus peculiares procesos creativos como por las relaciones que mantuvo con Luis Buñuel, Alfred Hitchcock o Walt Disney. Dalí fue un polvorín de ideas. La mayoría de las pictóricas pudo cristalizarlas. En cine fue otro cantar, muchos más proyectos frustrados que realizados.