La celebración del Día Internacional del Enoturismo es una fecha que, en cierto modo, se queda ‘corta’ para la Cooperativa de Viver, una entidad ubicada en el corazón de la IGP Castelló que ha desarrollado un proyecto para dar valor al territorio que va más allá del concepto del enoturismo para convertirse en una propuesta global de ‘agroturismo’. Y es que el compromiso de la cooperativa con su entorno viene de hace más de un siglo, cuando se fundó ‘La defensora de Viver’, una cooperativa que comenzó su andadura con la oliva como protagonista. Ciento diez años después la bodega se ha convertido en todo un referente para el sector agrario en la provincia de Castellón, y sus vinos y aceites se comercializan en más de medio mundo. El modelo de gestión de la entidad ha permitido a sus socios incrementar sensiblemente la renta que perciben por sus cosechas, logrando además que se incremente la calidad de la materia prima para elaborar vinos puros y con personalidad propia que reflejan la esencia de una tierra con siglos de tradición vitivinícola.