Hay dos tipos de personas. Los que conocen -y siguen- a Johnny Depp desde Eduardo Manostijeras y quienes lo descubrieron en la saga de Piratas del Caribe. La idea preconcebida de lo que es y proyecta este actor depende de esa división. Pasados los años, quien es dueño de una carrera inclasificable, a ratos comercial, a ratos extravagante y personalísima, reconoce que se siente identificado en su vida real de ese personaje creado por Tim Burton que enamoró a los espectadores de medio mundo en los 80. “Eduardo Manostijeras es lo más cercano a mí. Yo soy tímido por naturaleza, siempre he sido tímido, la rareza es lo más interesante”.