El impacto que ‘Gladiator’ (2000) tuvo en su día en la cultura popular es monumental. No solo obtuvo un triunfo rotundo en la taquilla y otro en la ceremonia de entrega de los premios de la Academia de Hollywood de 2001 al obtener el Oscar a la Mejor Película, el Oscar al Mejor Actor para Russell Crowe y tres estatuillas más; además, impulsó un nuevo auge del cine de aventuras grecorromanas, también conocido como péplum -un auge transitorio, es cierto- en una época en la que el subgénero llevaba mucho tiempo siendo recordado casi exclusivamente como el asunto de uno de los mejores gags de ‘Aterriza como puedas’ (1980).