En tiempo de musicales atípicos, del narco-musical ‘Emilia Pérez’ a las segundas tribulaciones cinematográficas del Joker a ritmo del ‘song book’ estadounidense, pasando por ‘Polvo serán’ y su manera nada previsible de encarar la decisión de alguien a una muerte digna, aparece este relato distópico ambientado en un búnker en el que los personajes cantan sus miedos y pocas esperanzas. Sorprende el estilo viniendo de Joshua Oppenheimer, un director que se había hecho fuerte en el terreno del documental no exento de polémica con ‘The act of killing’.