Sería una pena que una película como ‘Jurado Nº2’ pasara desapercibida, más aún pudiendo ser (esperemos que no) la última que dirija Clint Eastwood. Asomarse a una película así es reencontrarse con un tipo de cine que ya no se hace, o se hace muy poco. Lo nuevo de Eastwood es un ‘thriller’ judicial de una inteligencia arrolladora, inteligencia que se percibe en el texto (cuesta creer que sea el primer guion de Jonathan A. Abrams) y, por supuesto, en la dirección.